9 trucos para mejorar tu canto

Mejorar Tu Canto

Tanto si quieres iniciarte en la música vocal como si ya estás familiarizado con el canto, es importante que sepas que la voz es tu instrumento. Al igual que un violinista cuida su violín, las cuerdas y el arco, tú debes prestar atención a algunos aspectos que te harán mejorar como cantante.

Lo principal si quieres mejorar a la hora de cantar es buscar un buen profesor, que te ayude y te guíe para conseguir cada vez mejores resultados. También debes practicar de manera adecuada para que las técnicas y ejercicios vocales no te causen ninguna lesión. Ahora, toma nota de las siguientes ideas para dar un paso más.

Consejos con los que te será más fácil cantar

     1. Controla Tu Respiración

Puede parecer un consejo tonto, pero cualquier profesor te lo dirá. Tú respiras en tu día a día de forma autónoma, pero al cantar es importante que lo hagas de manera consciente y en los momentos adecuados. Esto evitará que te ahogues o te quedes sin aire, algo esencial para cantar de la mejor forma.

Tendrás que centrarte en la respiración abdominal para obtener todo el aire necesario. Toma el aire por la nariz al inspirar, para evitar que se enfríen las cuerdas vocales. Así también filtrarás las posibles motas de polvo u otras sustancias suspendidas para que no lleguen a tu garganta y la irriten o la sequen.

     2. Toma Suficiente Agua

La hidratación es muy importante para muchos aspectos de nuestras vidas, pero todavía más para quienes nos dedicamos al canto. Cuidar nuestras cuerdas vocales significa que estén en el mejor estado de salud, y eso se consigue si bebes agua de forma habitual durante el día.

Algo que sí debes tener en cuenta es que las bebidas que tomes, ya sean aguas u otras de origen natural, deben ser a temperatura ambiente. El frío y el calor pueden dañar tu garganta y forzar las cuerdas vocales, produciéndote una falta de voz y, a largo plazo, fatiga vocal.

     3. Conoce Tu Rango

Es importante ser consciente de las notas más altas y más bajas a la que puedes llegar. Primero, como una prueba para determinar tus movimientos vocales, incluso para intentar estirarlos un poco a lo largo de tu vida. Pero, sobre todo, para elegir el tramo ideal de este rango para ti.

Lo habitual es no pasar mucho tiempo cantando en tonos muy altos o muy bajos de tu rango, pero todo dependerá de la forma en que hagas música. Como siempre, trata de mantener el equilibrio para no forzarte más de lo necesario.

     4. Calienta Antes De Cantar

Como cualquier deportista o quien use sus músculos en otros ámbitos, el calentamiento es fundamental para que las cuerdas vocales se destensen y entren en calor antes de hacerlas trabajar. Conseguirás que tu voz no se canse tan rápido, además de poder alargar tu carrera musical por más años.

Habla con tu profesor de canto para crear un calentamiento personalizado, siempre en función de las características de tu voz y tu forma de cantar. Nunca deben ser ejercicios bruscos ni que te hagan forzar, solo una primera prueba para las cuerdas vocales.

     5. Ten Cuidado Con La Voz Nasal

La voz nasal se utiliza en algunas ocasiones, especialmente para llegar a las notas más agudas, pero no suele ser algo en lo que prodigarse. A la mayoría de las personas no le resulta melodiosa, incluso puede parecer molesta para algunas interpretaciones.

Existen diferentes técnicas para conocer si tu canto es muy nasal o no, como taparte la nariz y sentir cuánto vibra. También puedes practicar las vocales con la boca imitando un bostezo, así harás que el velo del paladar suba y se abra la garganta por completo.

     6. Cuida Tu Higiene Postural

La forma en la que te colocas tanto al cantar como en el resto del día puede tener una influencia muy grave en tu voz. Una buena postura corporal te ayudará a cantar de manera más clara y natural, resultando sonidos más limpios y sencillos al oído.

Trata de no adquirir malas costumbres en tu posicionamiento (o a eliminarlas si las tienes), ni realices esfuerzos indebidos con la zona superior del tronco o el cuello. Mantén siempre el cuello erguido (sin estar tenso), busca tu posición ideal para cantar y relájate al hacerlo.

     7. Trabaja Tu Dicción

Pronunciar bien las palabras es prácticamente una condición sine qua non para dedicarse al canto. Tanto las vocales como su unión con las diferentes vocales deben entenderse mientras canta, para poder transmitir todo lo que requiere la canción con la que trabajes.

Prueba a cantar vocales de manera suelta o, como decimos, en conjunción con algunas consonantes. Grábate o mírate al espejo mientras tanto, así practicarás la posición de los labios y la lengua. Esto debe salirte bien tanto en canciones rápidas como lentas.

     8. Aprende A Afinar Tu Voz

Los instrumentos deben estar afinados para que suenen bien a la hora de tocarse y, como ya hemos dicho, tu voz es un instrumento más. Tenlo en cuenta siempre antes de un recital o un concierto, y busca la manera correcta de cantar cada nota de forma adecuada.

Esto es un ejercicio que te llevará mucho tiempo a lo largo de tu aprendizaje, y tendrás que tener mucha paciencia para poder diferenciar cada nota. Poco a poco, irás viendo cómo casi de forma automática sabes armonizar todo tu cuerpo para dar la nota exacta en cada momento.

     9. Entrena Cada Día

Antes hacíamos la similitud de las cuerdas vocales con los músculos de los deportistas, y no podemos evitarlo de nuevo en este caso. Crea una rutina de entrenamientos que puedas seguir cada día, con apenas unos 30 minutos que te sirvan para mejorar y educar tu propia voz.

Si adquieres este hábito, pronto verás que puedes llegar a algunos puntos que antes no te parecían alcanzables. Además, habrás desarrollado los músculos con los que evitarás que el cansancio vocal aparezca tan a menudo como antes.

Ya ves que, para aprender y mejorar en el canto, hay que dedicarle muchas horas. Pero cualquier afición así lo requiere, y seguro que te gusta lo que haces. Busca un estilo en el que te encuentres cómodo, prueba diferentes ejercicios y sé constante a la hora de formarte y de practicar. Y recuerda: todo llega.

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Author: Adriana Bell