Ayer, durante ocho horas, un equipo de quince profesionales intervino al cantante de la banda chilena Los Tres que se encontraba catalogado como “el paciente más grave del país”
El refugio de Álvaro Henríquez fue con su círculo más íntimo, principalmente con sus hermanos Gonzalo y Ximena, y no se registraron noticias ni anuncios de ningún tipo de actividades hasta el mediodía del pasado 1 de mayo.
Lo que estaba pasando en silencio era una dura pelea. La enfermedad había avanzado debido a su adicción al alcohol. Por su gravedad, Henríquez esperaba desde mediados de marzo un trasplante de hígado. Tan serio era su estado que según el doctor Buckel se había convertido en prioridad nacional.
“Llegó en condiciones extremadamente graves”, explicaría en conferencia de prensa el nefrólogo de Clínica Las Condes. Un dato ilustra lo anterior: el médico señaló que el 30% de los casos que están en la lista de espera en Chile fallecen mientras aguardan por un órgano.
El médico tratante del músico, Javier Brahm, hepatólogo de Clínica Las Condes, confirmó que Álvaro Henríquez estuvo al menos seis veces hospitalizado en los meses previos a su trasplante de hígado.
Henríquez, quien recibió el órgano de un donante hombre de Santiago, según precisó el parte médico, se encuentra en condición “bastante crítica” en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Las Condes.
“Está conectado a ventilación mecánica y esperamos que en las próximas horas se vaya estabilizando”, concluyó el nefrólogo.
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