El joven Eddy de Pretto se ha convertido en toda una revelación musical en Francia. Su nuevo disco habla de los reveses, las perdiciones, los excesos, las esperanzas y la inocencia
Eddy de Pretto, un chico discreto de 25 de años, irrumpió en los escenarios con un primer álbum que mezcla dos estilos musicales tradicionalmente muy alejados, y que el cantautor califica de “banda sonora inconsciente”: el rap y la canción francesa.
“Crecí entre dos universos. Mi madre escuchaba muchas canciones francesas, y en la calle, se escuchaba puro rap, música urbana”, dijo Pretto a RFI.
La tonalidad de sus canciones recuerda a Claude Nougaro o Jacques Brel, pero De Pretto, quien creció entre las torres grises de Créteil, un suburbio modesto al sur de París, es claramente un hijo del rap, aunque muy alejado del gangsta.
“Ahora ya no basta con tener cadenas de oro, autos deportivos y chicas en bikini para ser un rapero. Lo vemos con Franck Ocean por ejemplo que rompió con estos clichés”, explica el cantante.
Eddy de Pretto no es un cantante convencional: no pasó por ningún concurso musical televisado, no es muy fotogénico, pero asume con orgullo su estilo urbano. En sus letras, el joven cantante parte de su experiencia de chico de suburbio que no encajaba en la cultura de virilidad dominante.
La cura
Eddy de Pretto se colocó en cabeza de las ventas cuando estrenó su LP “Cure”, cura en francés, y la crítica aplaudió de manera unánime sus textos personales que revelan un real talento poético. Sus textos hablan con melancolía de su historia familiar, de su mundo urbano, de las fiestas, de sus encuentros, y también de su homosexualidad, un tema tabú en las músicas urbanas, pero que constituye una fuente de inspiración como otra para de Pretto.
“No es un álbum reivindicativo, es un disco en el que cuento mi realidad, sin percutir o decir ‘vivan los homosexuales’, es mi manera de contar mi día a día, que forma parte del cotidiano. (..) No hablo solo de sexualidad, hablo de todo lo que me cuestiona”, detalla.
Su canción ‘Kid’ habla en primera persona de la cultura machista en los suburbios
“Viví con puros machos alfa alrededor mío y me construí con esos modelos. Pero no me reconocía en ellos. En “Cure” abundan las referencias a un entorno social en el que dominaban las figuras masculinas con la obligación implícita de ser varonil”, cuenta el joven artista.
De Pretto recuerda que “los chicos de mi barrio se comportaban así, eran muy seguros de sí mismos, con esa animosidad permanente. Lo sentía en mi padre y en mi madre también que era un modelo de mujer muy estricta. Que no expresaba mucho su ternura. Así que ella también era un modelo de virilidad.”