
Aprovechando la convalecencia he prometido a mi amigo Javier Gómez, factótum de NoEsFm, el parto de algunas crónicas-reseñas de los álbumes que mi otro gran amigo Rafael Greco me ha dejado para este tiempo.
No sé si es un asunto etario, pero he creído grato comenzar con el nuevo disco de Eric Clapton “I Still Do”, recién aparecido oficialmente al público en mayo pasado. Y para no hacer una reseña al uso, no siendo periodista o crítico discográfico, lo he dejado correr por tercera vez mientras escribo estas notas y voy recordando cosas.
Recuerdo por ejemplo el grupo Cream, con especial cariño, ya que dedicaba horas a escucharlo (como correspondía) junto a mi primo Jackie. Logré recordar también a la banda Blind Faith, del que formó parte junto a algunos de sus amigos de entonces y de ahora. Recuerdo el famoso unplugged y alguna otra cosa.
Este trabajo aparece luego de saberse que Eric Clapton estaba padeciendo de algunos malestares de salud que llegaron a impedirle tocar y a suspender eventualmente algunos conciertos. Luego, curioseando youtube (la Biblia 2.0) me topé con los videos promocionales de su salida a la venta, es decir, que me ha venido de perlas este obsequio.
He sabido que es una recopilación de temas -nuevos y viejos- que tenía en mente desde hace algún tiempo. De hecho, se ha especulado que en uno de ellos (no se aclara cuál) aparece uno de sus amigos de antaño, el Beatle George Harrison, y que lo hace, según esas especulaciones, bajo el nombre de Angelo Mysterioso, el mismo que utilizaba en su época de fama mundial para colaborar de forma anónima con algunos de sus más cercanos amigos. Y ya puestos a llamar a los amigos, Clapton se rodeó de un grupo de ellos. Solo mencionaré a Glyn Johns, quien lo produjo y a Paul Carrack, quien aparece listado como ejecutante del órgano hammond y en los coros. No es que no haya nadie más, es que han sido esos (aparte de Angelo Mysterioso) los que han llamado mi atención.
En los temas “tradicionales” podrán escuchar a un Eric Clapton temprano, así nombrado aquí por la similitud en ejecución y puesta en escena con sus influencias de juventud (las suyas y las de la mitad de los señores rockeros ingleses de entonces) el blues. Pero a medida que avanza el disco podemos encontrarnos con los temas nuevos, esos que yo siempre quiero conseguir en los discos y con los que no hay decepción posible. Con la maestría de siempre nos muestra su nueva óptica sin salirse del “tono” conservador que en general tiene este trabajo. Las letras del blues – lo que este disco es en esencia- aparecen en temas como “Stones In My Passway”, de Robert Johnson y “I Dreamed I Saw St. Augustine”, del Nobel Bob Dylan. Pero como prometí no hacer una “reseña” al uso, les dejo esas incógnitas para no arruinar el eventual disfrute del disco. Ojalá tengas la suerte que he tenido y lo puedas escuchar. Saludos