De la calma se pasa a la energía, luego vuelve la calma, y así suceden estos ciclos en los temas que componen el disco debut de la banda peruana Fútbol en la Escuela: “Cancionero para víctimas de siniestros”. Los cambios en los ritmos, marcados por la batería y la guitarra, construyen ambientes emocionales como la melancolía o la rabia. Pero esto no choca al oído, por el contrario, es como estar en una playa con distintos oleajes. Nos dejamos llevar por olas que nos estacionan en la quietud de sus orillas, o nos dejamos arrastrar por los remolinos del mar, o las enormes ondas marinas nos golpean, en fin, son tantas las sensaciones que despiertan los temas de Fútbol en la Escuela que sólo son comparables con este tipo de elementos de la naturaleza.
“Música para fantasmas” es la pieza que abre el álbum. Empieza suave y luego cambia drásticamente al compás de la batería como una furia incontrolable, hasta volver al relax. “Souvenir” es el tema que cierra y representa esa energía de la banda. Aunque cada canción tiene su característica, todas reflejan estas estructuras musicales que no siguen patrones rítmicos establecidos. Están unidas por las emociones que provocan. A esto se agrega el papel de la voz de su cantante (Sayo), que es un susurro bajo el agua y llega a contrastar con las partes frenéticas de los tracks.
Rock, pop, electrónica, pasajes folk y shoegaze integran la propuesta alternativa de esta banda limeña formada por Sayo Arriarán (voz y guitarra), Edgar Espinoza (piano y sintetizadores), Carlos Marchán (guitarra), Blanca Espinoza (bajo) y Ricardo López (batería). “El nombre se debe a nuestro fanatismo por el fútbol y a las memorias que nos quedan de cuando éramos niños corriendo detrás de la pelota, pero la verdad es que el recuerdo no tiene nada bonito puesto que ahora estamos más viejos y pesimistas”, dice Arriarán a NoEsFm. No en vano, este pesimismo se expone en las letras de las canciones, inspiradas en situaciones negativas o conflictivas, que dan lugar al nombre del disco.
Arriarán comenta que sus integrantes escuchan a León Benavente, Sonic Youth, Sr. Chinarro, Nacho Vegas, My Bloody Valentine, Joy Division, Ertiub, entre otros. Pero el conjunto peruano no imita a ninguno de estos artistas, sino que trasciende al mostrar una identidad sonora explosiva, anticonvencional y sorpresiva.
“Cancionero para víctimas de siniestros” es un comienzo más que excelente para un grupo nuevo que debe seguir el camino que ha mostrado: lo imprevisto.
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