El rock mexicano ha visto pasar a pocos artistas sin rostro, aquellos que hacen que la música se vuelva lo más importante y no la estética superficial de una cara bonita
Hamurabi se oculta detrás de una máscara con el cerebro expuesto, transportando la imaginación del espectador a un lugar misterioso de personalidad sarcástica.
“Solo el mundo cambia” es el primer sencillo del álbum debut “La pesadilla de Humurabi”. El personaje de la canción vive ahogado en un vaso de whisky barato mientras el mundo sigue su curso sin esperar a que termine su romance con la ebriedad.
La música tira un guiño al rock psicodélico con ritmo lento pero denso, espesas lineas melódicas de bajo, pianos y sintetizadores que recuerdan los excesos y largas noches de mirar por la ventana la prisa del mundo.
La lírica va cargada de poesía cínica, humor negro, despecho y aroma etílico. Honestidad inusual en estos tiempos de sobreexposición, donde el arte suele escudarse dentro de los limites que la sociedad permite a si misma.
El show en vivo de Hamurabi es solo una pieza de rompecabezas, que se irá armando mientras cruza los límites sonoros para plasmarse en una serie de ilustraciones, fotografías y otras manifestaciones artísticas presentadas poco a poco bajo el sello Matanga Records.
