El proyecto boliviano Khuno, liderado por Eduardo Pacheco y Alvaro Villarroel, acaba de mostrar su segunda producción, “Aguayo”, en la que combinan melodías del Altiplano con indie folk, pop y rock
En la mitología andina Khuno es el Dios de la Nieve (el que deshace) o Dios del Mal. Esta deidad junto al Dios Wira (el que hace), luego de una lucha, crearon todas las montañas con nieve, es decir, la cordillera de los Andes.
Eduardo Pacheco (productor) y Alvaro Villarroel (compositor) integraron Khuno en el año 2012. En el facebook del proyecto se lee que nació gracias a la curiosidad que sintieron sus integrantes por mezclar la música tradicional de su país con el indie folk y pop rock británico. Tienen dos trabajos independientes: “Aguayo Ep” (2015), con cuatro tracks, y ahora el primer disco “Aguayo”.
Si bien esta fórmula no es novedosa, se siente una propuesta fresca, integral y bien lograda, en la que incorporan instrumentos de viento y percusión autóctonos de la región andina. “En resumen, nuestro estilo es indie folk, esto por la fusión que hacemos del folclor andino y las canciones en ritmos como huayños (o huaynos), caporales, morenadas, pujallay, etcétera, y algunos estilos de las zonas tropicales de Bolivia como el taquirari o el tobas, los cuales son escuchados y bailados de forma popular en toda la región andina. Esto lo fusionamos con el rock y el pop independiente. Ya existieron y existen bandas y músicos que hacen estilos tradicionales como el metal, el punk o el pop, en los cuales usan instrumentos nativos andinos; sin embargo, nosotros no sólo usamos estos instrumentos, sino que también incorporamos ritmos, armonías y melodías particulares de cada estilo musical folclórico”, dice Villarroel.
En “Aguayo” se escuchan distintos instrumentos regionales como el italaque, que es un bombo andino proveniente de una localidad que también se llama Italaque; los sikus o comúnmente llamados zampoñas; las chaschas, que es un pulsera de tela cubierta de uñas de cabra, y el instrumento más empleado en las canciones como lo es el charango.
Muchas referencias sonoras aparecen en el planteamiento de Khuno: desde agrupaciones de música tradicional boliviana como Los Kjarkas y Proyección, hasta Zoé y Babasónicos en la parte de rock y pop. El productor Eduardo Pacheco fue parte de la banda mexicana Los Dynamite y baterista de Chikita Violenta, así que por allí también se cuelan influencias.
“Aguayo es la forma castellanizada de la palabra Awayo en quechua, y hace referencia a una tela especial que es usada de forma cotidiana por la gente, en especial, las cholitas, en toda la región andina de Suramérica. La gran variedad de colores y formas de aguayos que existen se pueden comparar a la variedad musical que proponemos entre el folclor andino, el rock y el pop indie. Esa gran paleta de colores musicales nos permitieron jugar y crear el estilo de Khuno”, expone Villarroel.
Khuno tiene previsto terminar de promocionar su EP y ya están trabajando en su segundo larga duración. Por otra parte, aspiran a salir fuera de Bolivia para expandir su propuesta musical no sólo a través de la música, sino también dar a conocer un poco de danza folclórica moderna.