La joven cantautora Liz Marion acaba de publicar “Limerencia”, un EP de canciones indie pop discordantes y personales letras.
Desde Salta Argentina, la joven cantautora Liz Marion acaba de publicar el EP “Limerencia”, conformado por canciones sobre deseo, desengaño, angustia, complicidad, amor y ansiedades no correspondidas desde una aproximación sonora de indie pop naive que por momentos entra en una combustión de pulso guitarrero discordante.
Poesía, graffiti, tatuajes, oralidad, literatura ajena: en la joven cantautora salteña reside una inclinación natural por las palabras. Las canciones y las redes son el escenario ideal de Liz para compartir tanto lo propio como lo ajeno. Bajando palabras al papel, tipeando en su celular, trazando oraciones en su mente, cualquier oportunidad o medio se transforma en un anotador ad hoc para escribir lo que nace en una cabeza empática y neurótica con cierta predilección-obsesión por los números.
En sus canciones se hace tangible la narrativa; sus sentimientos no son meras descripciones, son de una profundidad que sabe ubicar al oyente. La primera persona no es sinónimo de yo en Liz Marion, más bien es el punto de vista que elige para narrar al oyente curioso por cada canción.
Según la gacetilla de prensa: “Lizo Liz Marion es una joven artista salteña que se muestra bajo un proyecto solista, producto de su primera canción compuesta durante la preadolescencia. Con poesía y melodías que solo buscan no ser pretenciosas, autodefine su música como un bebé naif del tontipop español y del indie argentino”.
Marion grabó su primer EP junto a exponentes de la escena Sonido Gauch como Pupu (Feli Colina, Salvapantallas), Miliki Burich (Livelli y los Saravia) y Guillermo Hirmas Pintor (Regy y Le Cúspide) y Tote Molina (Bort Sinapellido), siendo el resultado final un exquisito puñado de canciones en clave naive.
El proceso de producción y grabación estuvo a cargo de Pupu Colina, (Livelli y los Saravia, Salvapantallas, Feli Colina) en Estudios EKO, con mezcla de Joaquín Ruiz Pianelli y el mastering en las manos de Gucho.
Liz
Fuera de la estrechez formal de la gacetilla, Liz Marion responde algunas preguntas a la distancia, revelando un poco más de su camino en la música y sus días impulsados por canciones, poesías y una sensibilidad especial para captar su mundo exterior más inmediato.
“A los 12 años vi a Lindsay Lohan en Freaky Friday tocando con su banda de rock de garaje, todo muy cool y dije <<quiero tocar la guitarra>>. Ahí empecé a tomar clases”, cuenta Marion sobre el momento preciso en que se decidió a incursionar en la música. Sin perderse la oportunidad de un remate, agrega: “Muy profunda la referencia”. Pasado un tiempo prudencial, ya dando forma a su propio universo musical, la joven formó parte de Dalia, grupo con el que compartió escenario con bandas como Cucoo o Superpasto y con Melanie Williams en una edición íntima de Sofar Salta. Sobre fines de 2019, ya con 23 años, llegó “Limerencia” un primer esfuerzo solista que había sido antecedido por el single “3 cm”.
Las cinco canciones que dan forma a “Limerencia” tienden a exorcizar algunos fantasmas introspectivos por lo que cada una de las composiciones nace desde lo más íntimo de la joven compositora salteña. Pero mientras que la fragilidad y lo confesional son raíz de las canciones, una armadura de ruido guitarrero reviste a casi todo. Por momentos despojada, por momentos cruda, Liz oscila entre songwriter de bedroom pop y líder de una banda potente.
Por estos días Marion busca encontrar el equilibrio entre esas dos facetas. Es una necesidad personal tanto como artística que, a veces, no siempre depende de sus propias decisiones. “Todavía me cuesta encontrarle el gusto a la banda, soy re jodida, siento que todo suena demasiado”, apunta. “Además, no tengo una banda estable aún porque las partes de la banda con las que toqué siempre, residen en Córdoba o Buenos Aires”.
Tras presentar “Limerencia” y mientras surgen nuevos toques, el pragmatismo resuelve cada ocasión: “Por ahora, para los vivos me la banco sola con mi guitarra y alguna data extra como samples, loops, aunque sea tirar algo desde el celular”. Concluyendo, la artista esboza un deseo para el año que acaba de empezar: “Espero poder formar una banda en 2020, me super entusiasma la idea”.
“El proceso de grabación fue a lo <<bueno, esto tiene que salir o salir>>”, revela Marion sobre la realización de “Limerencia”. “Ya había varias canciones y me empecé a juntar con Pupu Colina que ofició de producer. Justo él se iba a vivir a Baires en esos meses así que entramos al estudio medio a los manotazos tratando de que todo vaya a donde tenía que ir”.
“Para la próxima me gustaría hacerlo con más tiempo, con más contacto con el sonido y sus posibilidades. Creo que le recomendaría a quien quiera grabar que se tome su tiempo a no ser que tenga una luz intuitiva talentosa inexplicable”.
De manera frecuente compartís poesía por tus redes. Generalmente compartís palabras tuyas, pero también la obra de otros autores. ¿Cuánto tiempo le dedicas a la escritura? ¿Desde allí nacen las letras o no se tocan tanto esos mundos?
Me encanta esta pregunta porque curiosamente no se tocan demasiado “esos mundos”. Me gusta mucho más cómo escribo por escribir, que cómo escribo para cantar. Tal vez porque me limito un montón dentro de mis posibilidades musicales. Y sobre cuánto tiempo dedico a la escritura, es más bien algo que pasa en cualquier momento y donde sea, generalmente en el block de notas del celu. Luego me siento a corregir, a publicar, a corregir otra vez… Pero escribo todo el tiempo.
Escucho “800442” y “3 cm” y no puedo evitar preguntar ¿qué onda con los números? ¿Es casualidad o hay una obsesión con los números ahí?
Siempre uso los números, es verdad. Decir “siento que me pasan 800442 cosas con vos” o que “me quiero enterrar a 6000 metros bajo el nivel de tus sábanas” es tangibilizar, cuantificar el sentimiento, la sensación. Mirá qué real y cuan muchísimo es lo que me pasa.
GPS Musical
La música de Marion está disponible en los servicios de streaming usuales y en las redes sociales, mientras que en YouTube se encuentra el video de la canción “3 cm”, lanzado a principios de noviembre pasado.
En Spotify, el perfil de la cantante salteña arroja una data curiosa: su música es escuchada, principalmente, en EEUU. Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Seattle son algunas de las ciudades que reproducen las canciones de Marion.
Lejos de cancherearla o buscar armar un hype alrededor de esas estadísticas de la plataforma sueca, Liz prefiere tomarlo con algo de humor. Relajada, comenta que es una pregunta que surge siempre, incluso, antes que nadie, el interrogante llegó de su propio sello. “Eso me preguntaron también desde Vesta Discos porque pensaban que yo había gestionado algo y no”, explica. “Es gracioso y accidental. Parece que alguien se equivocó y me mandó a una playlist internacional súper escuchada. Mi mayor cantidad de escuchas vienen de EEUU, Canadá y Reino Unido”.
Los sonidos de Salta, junto a un tendal de propuestas del noroeste argentino (NOA), están buscando vencer las limitaciones culturales de un país con federalismo tullido. Mientras que cada día son más los sellos, productores y artistas que intentar tejer redes por toda la geografía argentina, son pocos los medios que toman nota de lo que está sucediendo.
Sin embargo, paulatinamente, el camino se va forjando, y con cada artista del NOA que logra algo de atención, algo de luz llega sobre el resto de los colegas que militan la misma escena. Bort Sinapellido, Paranoia Tours, Feli Colina, Superpasto, Zevah, Agua Florida, son algunos nombres que resaltan inmediatamente.
Ajustando el GPS, en Salta encontramos el territorio del Sonido Gauch, movida heterogénea que en los últimos años viene vinculando al esfuerzo de bandas, sellos y festivales. Además de la más que interesante producción musical, se debe resaltar un esfuerzo común por elaborar un discurso y una estética unificada (en lo posible) para dar a conocer a la movida más allá de la relevancia cultural de su zona geográfica. Mientras esa construcción sigue su camino, artistas como Liz va editando canciones, logrando la atención de los medios dispuestos a escuchar y salirse de la hegemonía cultural porteña que reina sobre el país.
En los últimos años hay un esfuerzo común con la música del NOA, se busca llevar los sonidos de esa escena a la atención de los medios especializados. ¿Qué onda la movida allá?
Creo que todas las provincias tienen lo suyo y el salir para afuera depende de la organización que se gesta puertas adentro. Hace un par de años la movida se puso más linda aquí, por lo visto hay ganas de que se escuche el producto salteño en todo el país.
¿Con qué artistas de tu ciudad te identificas y cuáles te gustan?
A mí, Feli Colina me vuela la cabeza. No sé igual si cuenta todavía como artista de mi ciudad porque ya está en las ligas mayores, pero bueno, es salteña forever y es fabuloso que mueva todo lo que mueve. Feli es una artistaza.
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