Los últimos días de enero de 2015 nos han traído dos tristes noticias en el mundo musical: el viernes 23 falleció Edgar Froese, pilar fundamental de la agrupación alemana Tangerine Dream y el domingo 25 partió Demis Roussos a otra dimensión, a la edad de 68 años.
Demis nació en Alejandría (Egipto). A los 10 años emigró junto a su familia a Grecia. A finales de la década de los sesenta alcanza la fama mundial como cantante y bajista de la agrupación Aphrodite´s Child y a partir de 1971 iniciaría una carrera como solista que lo llevó a cosechar grandes éxitos y ventas de millones de discos. Su timbre de voz le proporcionó un estilo muy propio a temas como “Goodbye my love goodbye”, “Forever and ever”, “My only fascination”, “Triki triki tri”, por nombrar algunas de sus mágicas piezas.
Demis Roussos dejó más de 30 álbumes grabados, con temas interpretados en inglés, español, griego y francés. Ese extenso legado hace que su partida sea sólo física; seguirá vivo en el corazón de sus numerosos fanáticos. Quienes hoy lloran su partida, sonreirán al escuchar nuevamente sus inolvidables canciones.
