Natalia Lafourcade tiene un largo recorrido como artista, desde hace prácticamente 20 años y hoy, más que nunca, ha dado de que hablar por su atrevimiento con los sonidos de la región latinoamericana
El primer disco de Natalia Lafourcade ya fue publicado en el año 2002. Temas pop como “En el 2000” o “Te quiero dar” le hicieron popular entre los artistas mexicanos del género. Con el tiempo fue fusionando sonidos dentro del pop. Su carrera con la banda La Forquetina se puede resumir en el proyecto “Casa”, en donde incursionaron varios temas como “Ser humano”, “Casa” y lo que sería un indicio de las producciones futuras de Natalia, una versión del clásico de Bobby Capó, “Piel canela”.
Después de una etapa donde se consolida en el pop latinoamericano con su disco “Hu Hu Hu” (2009), es en el año 2012 cuando realiza un compendio en el que hace un homenaje espléndido a una de las figuras más emblemáticas de su país natal y el continente: Agustín Lara. El disco “Mujer divina: Homenaje a Agustín Lara” recopila algunas de las canciones más representativas del cantautor, interpretadas por Natalia junto a artistas como León Larregui (Zoé), Adrián Dárgelos (Babasónicos) y Kevin Johansen. A partir de este álbum, se observa un crecimiento importante en la propuesta de la cantautora mexicana, una manera de hacer música totalmente diferente a la anterior, dejando un aporte y una forma de fusionar muy personal.
Ya en 2015 nos dejó lo que es para mí su mejor álbum, “Hasta la raíz”, un esfuerzo donde reúne su estilo al escribir con la búsqueda de los sonidos latinoamericanos. Como ejemplos está la canción homónima del disco y “Vámonos negrito” (canción dedicada a su guitarrista Augusto Bracho, venezolano, ex Cunaguaro Soul, también integrante del dúo El Conjunto).
Todo esta travesía y descripción por su trabajo nos conduce a un proyecto muy parecido a “Mujer divina”, pero también con canciones de su autoría. El álbum “Musas”, el cual no ha sido publicado en su totalidad, ya dejó escuchar sus primeros retazos con “Tú sí sabes quererme” junto a Los Macorinos (agrupación que se encargó de compartir su música junto a la gran Chavela Vargas), como también con El Conjunto (Augusto Bracho utilizando un cuatro venezolano y Martin Bruhn en la percusión).
Hace muy poco reveló su versión de “Qué he sacado con quererte”, de Violeta Parra, ícono de la canción de Chile y la canción “Rocío de todos los campos”. Todo el proyecto será junto a Los Macorinos. Natalia concentra su carrera y la ha transformado desde el pop hasta hoy, jugando con los sonidos de la región, realizando su propio homenaje a los personajes más importantes y representativos de sus países. El aporte es inmenso y Natalia Lafourcade es muy joven. Aún queda mucho por escucharle y lo agradezco infinitamente.