El músico chileno Oscar Hauyon nos cuenta sobre su nuevo trabajo y entra en juego con NoEsFm acerca de las muchas implicaciones que un término como “Fin” tiene para nuestra vida y sus procesos
Casi terminando este año 2017, un nuevo video ha llegado para expandir el imaginario del álbum conceptual “La trampa de la evolución” (2016) del cantautor electrónico Oscar Hauyon. La canción reconstruida en formato audiovisual es “Fin”, una de las creaciones más intensas de esta placa lanzada a finales del 2016, con guitarras de rock alternativo, sonidos industriales y un dramático octeto de cuerdas.
¿De qué habla “Fin”?
“Fin” es el octavo episodio en la narrativa que propone mi disco “La trampa de la evolución”. Es el dramático paso de la vida a la muerte para el personaje principal que vive en los tracks del disco. Hay una fuerte influencia de la ciencia ficción y del diálogo budista de la impermanencia en toda esta fracción del álbum, entendiendo que todo transcurre, todo fluye y nada realmente queda al final de la existencia. Algunos pueden dejar una impresión un poco más perdurable, pero pasada cierta cantidad de tiempo, se esfuma, se borra de los diferentes rangos de memoria colectiva que se dan en el contexto social e histórico.
Cuéntame sobre “Fin”, el videoclip.
Esta canción no iba a ser single. Esta canción no iba a tener video. Esto fue una propuesta desarrollada completamente por Cristian Rivera, director de Agencia Perro Café, en base a lo que a él le dijo la canción. Con él nos conocimos trabajando en el proyecto ‘Sesión Camerata’ a principios de junio, y él quedó muy enganchado con “Fin” en particular. Simplemente le gustó la canción, algo le hizo click en sus neuronas audiovisuales y se puso a trabajar en esta suerte de cortometraje desarrollado en medio de reconocibles paisajes serenenses.
¿Has visto de cerca el fin?
He experimentado el fin de ideas, percepciones, proyectos y relaciones. Nacer, desarrollarse y morir se me ha hecho natural conforme va pasando el tiempo. Cuando eres un muchacho como que piensas que posiblemente todo sea para siempre y después te das cuenta que no es así. Quizás lo único constante en mi vida sea la música. Yo he cambiado, mi entorno ha cambiado, pero las ganas de crear, de dejar alguna obra, de desafiar a la intrascendencia, se ha mantenido. Quizás lo más parecido a la idea de una noción permanente en mi vida en este tiempo sea ahora mi paternidad, mi conversión en un hombre de familia. Así que podríamos que mi música y mi familia son mi sustento conceptual.
¿Sin principio no hay fin?
No lo sé. A veces hay ideas que nacen muertas. Y el principio es sólo un atisbo de algo que no va a durar. Es tan transitorio, que te quedas preguntando si alguna vez realmente existió.
¿Crees en el fin de los tiempos?
Si entendemos al tiempo como una medida teórica humana, claro. Sin haber seres humanos o formas inteligentes de vida que teoricen sobre él, el tiempo no existe. Sé que suena a teorías de la comunicación, del lenguaje generador de realidad y todo eso. Pero es lo que se me viene a la mente ahora. Así que olvidémonos de esas dimensiones legendarias del relato religioso; pensemos mejor en cómo tratar de mantener la noción teórica y filosófica del tiempo vivas con nosotros o nuestra descendencia electrónica”.
Un cortometraje de terror psicológico
Los encargados de llevar esta creación musical a las imágenes es la productora Rendermax de La Serena, experimentada casa audiovisual regional, que ha desarrollado proyectos artísticos y mediales en torno a la música, el deporte, la entretención, la educación y otras materias, desde mediados de la década pasada. Su director nos comenta: “El trabajar con Oscar en la “Camerata”, me abrió la posibilidad de entregar mi versión de esta canción donde tenía una idea de cortometraje y calza perfecto con los ritmos y la temática de la canción: el cerrar los ojos, nos da una ventaja de pausa entre las decisiones erradas o no que puedan ocurrir en la vida, el clip habla de eso”. El video fue registrado en La Serena, Chile, entre los meses de octubre y noviembre de 2017.
