
Como respuesta a esa consecuente e interminable pregunta de: …¿y cuáles son tus principales influencias? o, … ¿qué músico ha marcado tus inicios?, es común escuchar algún nombre de esos importantes, de esos que te hacen quedar bien y lucido en las entrevistas… Pero en medio de los tiempos que corren, de prisas y levedades, prefiero ir a lo verdadero. Es allí cuando me cruzo con la gente que me hizo voltear la cabeza y poner atención a lo que hacían y decían en la música.
Recuerdo haber escuchado, casi por error, al grupo de Spencer Davis y sin lugar dudas, a su también jovencísimo cantante y tecladista: Steve Winwood.
Luego, ya consciente de sus cualidades, me lo volví a tropezar en el grupo Blind Faith, junto a otros ídolos de entonces -algunos lo siguen siendo- (Eric Clapton, Ginger Baker y Rick Grech). Esto venía a ser algo como la lógica evolución de Cream, integrado por Clapton, Baker y Jack Bruce…Era también evidente que las desavenencias entre los dos primeros y Mr Bruce, se habían hecho irreconciliables. Winwood venía a cubrir el rol de cantante líder a la perfección y como substituto de Jack Bruce, el entonces y todavía desconocido Rick Grech.
En ese momento, la música que brotaba del único disco de esta banda, inundaba mis oídos y me hacía querer conseguir un sonido similar, espontáneo y contundente a la vez. Emprendía entonces, con la ayuda y complicidad de mi compañero de aventuras y primo Jackie Guilarte, la tarea de emular los sonidos que escuchábamos, intentando capturar parte de esa energía y autenticidad….aprendiendo a buscar allí dentro (y aprendiendonos las canciones…”Can´t fin my way home”, “Do wat you like”, “Had to cry today”etc.).
Luego de esa experiencia, los integrantes de ese raro grupo tomaron caminos diferentes. Steve Winwood siempre ha tenido un tempo excelente y ha querido -eso creo- que esa manera de concebir la melodía y el ritmo, siempre queden evidenciadas.
Es también dueño de un timbre único de voz y de un don de afinación que lo distingue y lo ubica en lugar destacado. En los años 80 y 90 estaba claramente en la onda de eso que cualquier disc-jockey llamaría sin rubor: soul-dance o cualquier combinación de palabras que, lejos de definir, diluyen la verdadera intención…hacer música.
La industria discográfica ha sido siempre, en tanto que industria, doctora de estilos y personalidades, cuando la han dejado; ha encontrado casi siempre la manera de encarrilar a los díscolos, para conseguir el propósito último de vender muchas, muchas unidades… Es my posible que la habilidad de Winwood para combinar ritmo y melodía, hayan contribuido a que “la industria” le encontrara un sitio en esa música smooth-rock que en aquella época nos mostró esa otra faceta de Winwood y que parecía ser lo que demandaba la audiencia.
Es probable que muchos oyentes y lectores no encuentren el eslabón que une a Blind Faith con el Winwood de las discos ochentonas y los temas como “Roll with it”. Pues bien, se trata de la misma persona, del mismo Steve que tanto gusto me dió cantando “Can´t fin my way home”, por allá por 1.968, junto a Clapton, Baker y Grech. El reencuentro se produce luego de varios discos de aquella onda “coast to coast” que se había puesto un poco fastidiosa…Claro, habiendo contratos de por medio, era imperioso seguir exprimiendo la veta e intentando mantenerse vivo dentro de la cada vez más bizarra industria discográfica.
En el 2008 aparece un disco estupendo: “Nine Lives”, en donde se reconcilia con algunos de sus valores primeros y con la idea de hacer lo que siempre ha hecho, buena música, con carácter hipnótico y ritmo constante e incluso de influencias latinas (“At times we do forget”), que hay que recordar que es inglés… De ese disco, el tema: “I´m not drowning” logra abrirle paso a la prensa, la radio y las listas, nuevamente. Luego su viejo colega Eric Clapton, tipo generoso a todas luces (característica que ha quedado demostrada en muchas otras ocasiones) lo invita a participar en uno de esos festivales de guitarra que organizaba. Juntos cantan “Can´t fin my way home” y traen a la memoria de muchísima gente aquel espíritu de Blind Faith, pero renovado. Clapton lo invita a hacer una gira, o en su defecto un concierto en grande, donde podrán grabar y editar un disco en vivo, allí aparece en 2009, “Eric Clapton and Steve Winwood, Live from Madison Square Garden”. En mi caso y asumo que en el de mucha gente de mi generación, este tipo de colaboración y esfuerzo, se agradece. Nos reconforta con lo que una vez fuimos y a un tiempo, nos recuerda que el camino se hace andando…hasta que la fuerza lo permita.
Aquí hay algunas claves, les sugiero que busquen en el inefable “YouTube” y espero que lo disfruten tanto como yo.