Camperas es un grupo indie argentino que desde 2016 recorre los escenarios emergentes de Rosario y otras ciudades.
Siendo parte del sello independiente Polvo Bureau, su propuesta nace por un deseo colectivo de hacer canciones renovadoras. Con dos EPs y un primer álbum, el sonido de Camperas combina una inclinación cancionera con dosis de pop y algunas incursiones en filos garageros.
El principio
De la nunca comunicada separación de Alucinaria a inicios de 2017, surgieron tres propuestas musicales que enriquecieron el circuito musical rosarino. Por un lado, Federico Toscano y Pablo Giulietti, baterista y guitarrista, respectivamente, formaron Valle, dúo de free rock que incendia escenarios. Por el otro, Pablo Comas, cantante, guitarrista y compositor, tomó un camino solista de inminente debut. Finalmente, Federico Oti, bajista y uno de los miembros fundacionales del desaparecido grupo, fue a fondo con Camperas, quinteto cancionero con paisajes de guitarras aterciopeladas que venía desarrollándose desde 2015.
Camperas fue un proyecto que inicialmente se gestó en la comodidad de la sala de ensayo, encontrando su sonido, puliendo detalles, marcando objetivos, desarrollando vínculos que se concretaron en un grupo de hermanos dispuestos a compartir su música con el mundo. Cinco tipos que entre amistad y deseo musical se encontraron en tiempo y lugar para llevar adelante una experiencia diferente.
La banda está formada por Oti en bajo y voz, Francisco Pianetti en teclados y sintes, Tomás Belloso en guitarra, Agustín Gregori en voz y guitarra y Martín Jesús Ra en batería.
“En un comienzo Camperas fue solo la posibilidad de algo. Con algunas canciones en el cofre y una amistad fuerte entre nosotros, lo primero que quisimos fue dedicarnos a encontrar la química musical que nos nutriera con algo más que solo el entusiasmo natural por salir a tocar. Así también fue que gracias a ese intento se incorporó Tomás en la primera guitarra logrando un cuerpo musical mucho más allá de lo imaginado por cada uno de nosotros”, explica Oti.
“Camperas fue Camperas después de Tomás y después de ese casi año entero de ensayo. Cuando sellamos ese punto de partida, con la sangre ya hirviendo por la espera, nos largamos a tocar. Después de ahí todo se dio natural. Comenzamos a tocar y a tocar. Gracias a la buena onda de muchos amigos y nuestras ganas profundas terminamos grabando el EP y el disco”, agrega el músico.
Compartiendo música
En octubre de 2016 presentaron el EP “Lado A”. Tres meses después compartieron “Lado B”, otra muestra de lo que se estaba cocinando. Trabajando en sala y estudio junto al productor Ezequiel Fructuoso, el quinteto se concentra en su primer disco de larga duración. En la primavera de 2017 Camperas llega a las plataformas de streaming y desde entonces el grupo sale a compartir su música por los escenarios locales y otras ciudades.
Sobre la seguidilla de fechas en Rosario y las incursiones en las rutas argentinas, el cantante y bajista señala: “Hicimos un año cargado de shows que llevaron a nuestras primeras canciones por distintos escenarios. Ahora, con el mismo impulso pero otra madurez, el instinto original de creatividad que nos unió una vez nos vuelve a convocar en el ritual compositivo”.
Con la cabeza puesta en el cierre del año y nuevos temas apareciendo en los recitales, Oti y sus compañeros saben que 2019 probablemente los encuentre enfocados en nuevo trabajo: “Actualmente estamos escribiendo los últimos renglones de lo que consideramos el primer capitulo de Camperas, dando nuestra ultima presentación del año en la escena local el sábado 27 en el festival Encuentros Del Otro Río organizado por el sello Polvo Bureau. Tenemos canciones nuevas y mucho sonido nuevo rondando nuestras cabezas”.
Primavera
Desde el nacimiento del grupo cada primavera trajo novedades. Primero fueron los EP, luego el disco. Ahora, entre shows, las alergias de plátanos y las lluvias características de octubre, Camperas le da continuidad a su saludable tradición. La semana pasada la banda presentó el video de “Faro”, demostrando que su primer álbum todavía tiene mucho kilometraje por recorrer.
El clip fue dirigido por el otrora compañero de Oti, Federico Toscano. Entre técnicas de collage animado y la utilización de After Effects, las imágenes marítimas capturadas por Belloso, guitarrista de la banda, se combinan con las creaciones de Toscano.
Además del lanzamiento del video y fechas fuera de Rosario, Camperas medita sobre el nuevo año que ya se asoma a la vuelta de la esquina. A pocas semanas del 2019, con planes de internarse en el estudio para grabar su segundo trabajo, el quinteto reflexiona sobre el camino de la autogestión en un contexto económico recesivo.
“Trabajar de manera independiente siempre es un reto en cualquier contexto y más aún en el actual estado de las cosas. Rosario en sí siempre es una prueba. Hacer un recital, grabar un disco, hacer movida, todo requiere de una inversión que como banda nunca sería algo redituable. La verdad es que si no fuera por la buena onda y amistad de los pocos que somos latiendo un corazón autogestivo nada sería posible en términos de tangibilidad. Es casi imposible. Pero entendemos que la música es lo que busca arrasar las imposibilidades hasta volverlas un diamante brillando en algún lado y entonces, en ese riesgo, la sangre se aventura a más. Aunque no tengamos mucho para festejar como sociedad, lo poco que sea festejable intentamos volverlo impulso y así salir a tocar. Si la pregunta es como nos organizamos, la respuesta sería poniendo mucho espíritu, tanto que la propia cara amarga de la realidad que nos incumbe a todos y a todas se vuelva, al menos por momentos, una posibilidad y no el pozo al que todos y todas nos estamos cayendo”.