
De la relajante e hipnótica “Atila”, pasamos a la ruidosa “Gémini”, la estimulante “Quisiera ser” y finalmente la melodramática y espacial “Catedral”. Esas cuatro obras conforman el primer Ep homónimo de la banda chilena Velódromo.
Si hay una sola palabra que puede describir este trabajo es intensidad. Noise, shoegaze, dream pop y britpop se funden en el postrock de este proyecto integrado por Bárbara Pérez de Arce (voz y bajo), Sebastián Gaete (voz y guitarra), Gustavo von dem Bussche (guitarra) y Alejandro Riquelme (batería).
La banda fue trabajando desde el año pasado en este Ep junto al productor Felipe Reyes, y el resultado se escucha en los arreglos impecables, minuciosos, donde cada detalle resalta, las texturas que construyen las guitarras y la voz de Pérez de Arce se funde entre los elementos sonoros.
Velódromo tiene previsto otra grabación para este año con más temas. Esperemos que así sea, pues ya demostró ser una nueva promesa del rock experimental hecho en suelo latinoamericano, con personalidad, emoción y honestidad.