“Baila o muere” ubica al oyente en una situación tensa en la que debe enfrentar un escenario apocalíptico en el que solo el baile salvará su vida.
Vílchez Huamán está comandado por Ricardo Wiesse Hamann, experimentado músico peruano integrante de importantes proyectos como La Pura Purita, Suda o La Mente, siendo este último uno de los actos pioneros en utilizar los elementos de la cumbia peruana y fusionarla con la electrónica, reggae y dub, a mediados de los primeros años 2000. Con toda esa experiencia e interés por coquetear con la vanguardia, en 2017 inició en solitario su proyecto Vílchez Huamán –que luego pasó a ser un colectivo musical- con el que ahora presenta su tercer álbum “Baila o muere”.
“Baila o muere” es un disco confeccionado enteramente durante la pandemia con un eje temático que gira a través de problemas como la crisis mundial de salud, confinamiento obligatorio, crisis económica aguda, pérdidas humanas, desempleo masivo. Sin duda, una de las temporadas más oscuras que le tocó vivir a la humanidad entera. Sin embargo, para Vílchez Huamán, estos fueron algunos tópicos que lo llevaron a hacer una catarsis humana y artística para construir, a partir del caos, el hilo conductor de este álbum que ubica al oyente en una situación tensa en la que debe enfrentar un escenario apocalíptico en el que solo el baile salvará su vida.
“Este es un disco pandémico, que como instinto natural propone vivir para no morir. Líneas de bajo vitales, groove para la vida, pero también introspección y sueños que se mezclan con la realidad. Propone en estos tiempos también ser más empáticos que nunca y literalmente ponerte en los zapatos del “Niño héroe”, o nunca dejar de destacar y agradecer lo hermoso, así se esté viviendo el apocalipsis, como en la canción “Jamás” que es una historia de amor gestante”, comenta Ricardo Wiesse sobre el concepto de “Baila o muere”.
El espíritu de participación colectiva también se ha manifestado en este álbum, pues tiene dos importantes colaboraciones.
“Tenemos el honor de contar con el increíble músico argentino Pablo Molina (Todos Tus Muertos, Lumumba), un cantante muy admirado y viejo amigo que participó sumando su voz en la canción “El contrato”. Así mismo, el maestro de los tambores, Pepe Chiriboga, grabó la tabla hindu en “Caballos”, la canción más introspectiva del disco”, añade Wiesse.
Al igual que el trabajo discográfico anterior, la producción la llevó a cabo Henry Ueunten, mientras que la grabación y mezcla estuvieron a cargo del siempre confiable Brian Pezo; finalmente, la masterización estuvo en manos de Francisco Hollzman, en Chile.
