
Un viaje a través de los recuerdos de su infancia, de un mundo mágico y bucólico, entre el amor, la muerte, el sexo y las raíces. Así es “Canzoni della Cupa”, el reciente disco de Vinicio Capossela
Después de cinco años de silencio, Vinicio Capossela nos trae un nuevo trabajo, rico y experimental, un álbum que tiene como objetivo redescubrir la canción popular italiana, ese patrimonio exclusivo del campesino y su tierra. Tras una rigurosa faena, un sueño que duró más de una década en gestarse, “Canzoni della Cupa” busca desnudar la vida rural para contar su viaje.
Las historias y leyendas de la tierra natal de su familia, la Alta Irpinia y Calitri cerca del río Ofanto, inspiraron en gran parte la realización de esta producción dividida en dos CD. El primer disco lleva por nombre “Polvo” y representa el lado de la explotación y el sudor del trabajo, también nos invita a bailar y a enamorarnos. El segundo CD se titula “Sombra”, donde el ajuste y el tono de las canciones son completamente diferentes. Aquí reina la luna, la magia, los fantasmas. Es el lado oculto de la vida que surge por la noche.
Tanto en “Polvo” como en “Sombra” encontramos ecos de grandes autores como Matteo Salvatore, uno de los cantantes más importantes del sur de Italia.
“Hace tiempo vi una película de Stanley Tucci llamada ‘Big Night’, donde se incluían dos piezas del compositor y cantante italiano Matteo Salvatore. Bajo su influencia comencé a escribir las canciones por allá en 2002. Me gustó tanto su música, su esencia tradicional, que viajé hasta Apricena, la ciudad donde nació, para así sumergirme en el dialecto. Luego fui a Foggia, donde el vivía. Allí estaba él, como una especie de criatura salvaje, con esos ojos que sobresalían, cantando a los latifundios del sur, a la injusticia y a la opresión”, nos comenta Caposella .
Vinicio Capossela nació en Alemania en 1965, aunque casi toda su vida la pasó en Italia. Se considera una especie de omnívoro de la canción, ese que persigue insaciablemente sonidos, historias, culturas y personajes de todos los tiempos, logrando capturar la esencia, el olor, el encanto, a través de algún tipo de extraña suspensión de incredulidad.
“La padrona mia”, su más reciente video, fue filmado por Sara Fgaier bajo la colaboración del director Pietro Marcello, Giulia Cosentino y la Cineteca di Bologna. Un hermoso clip hecho con imágenes de archivo, que documentan un mundo perdido que no está tan lejos, un tema de influencia fronteriza, a lo Calexico, con cierto aire a Ken Parker y Los Lobos.
– Foto principal: Luca Carlino