El remix ya está disponible en plataformas digitales y en una edición limitada en formato vinilo maxi single que reproduce la portada original de 1978
Para celebrar el 40 aniversario de “Vivir así es morir de amor” y del álbum “Sentimientos” (más de 13 millones de discos vendidos), se acaba de publicar un maxi single 12” en vinilo y en edición limitada con una reinterpretación de la canción realizada a partir de las cintas originales del multipistas de 1978.
La remezcla del emblemático tema corrió a cargo de Guille Milkyway, líder de la agrupación La Casa Azul y uno de los mejores productores, DJ y compositores de las últimas generaciones. Guille es además autor de muchos de los éxitos de Fangoria, del himno “La revolución sexual” y tiene en su haber un Goya a la mejor canción por la banda sonora de Yo, también.
Guille Milkyway ha realizado un rework (nuevas mezclas utilizando todos los elementos originales de la canción) con una visión contemporánea pero dándole un toque disco como si se tratase de una remezcla realizada en 1978. El resultado no puede ser más acertado para una tema tan icónico. Conserva el espíritu original pero suena con la pegada de una canción actual. Candidata a convertirse en una de las canciones más pinchadas en los clubs y locales de toda España y lista para arrasar en el mundo indie y millennial tan devoto de La Casa Azul.
“Vivir así es morir de amor” es la canción pop total. Desgarradora, épica, melódicamente insuperable, llena de elementos inolvidables, universal”
“Técnicamente la canción es redonda. Ha sido un privilegio el tener acceso a las tripas de una de las mejores canciones de la historia de la música española moderna y comprobar desde dentro la perfección en la elaboración de cada una de las piezas del puzle”, dice Milkyway.
“Siempre he pensado que “Vivir así es morir de amor” era en esencia una canción disco. Desde luego, tanto el groove en la interpretación instrumental, los coros puramente funk-soul (a cargo de Andrea Bronston, Linda Wesley y Sergio Fachelli), como el punch de los arreglos orquestales (que Pérez-Botija había ya desarrollado en su plenitud con su trabajo en los discos de The Flowers Orchestra y otros), la sitúan en un lugar no muy alejado de los álbumes de Barry White u otros intérpretes contemporáneos de la escena disco funk anglosajona”, comenta emocionado el cerebro de La Casa Azul.
“Me pasé noches escuchando cada pista en solitario durante horas, por ejemplo el aire totalmente negro y soul de los coros femeninos en los “ya no puedo más”, el groove del hi hat de la batería… Fue muy emocionante, algo indescriptible para mí”, concluye.