La música de Nicola Cruz, invoca los rituales y espacios de su tierra, Ecuador, un país que es hogar tanto de la cordillera de los andes, como de la selva amazónica. En su proyecto, busca incluir fuentes de muy distinta naturaleza, en particular la pasión por los paisajes de su tierra, con sus culturas, rituales y ritmos, todo esto adaptado a un arreglo contemporáneo.
Nicola, de padres Ecuatorianos, nació en Limoges, Francia. Su formación musical fue marcada por ritmos tradicionales, involucrándolo en el mundo de la percusión.
De esta conexión musical entre pasado y presente, entre tradicional y moderno, ha nacido en los últimos años un levantamiento sudamericano, explorando la cosmología indígena y afro de la región a través de un delicado tratamiento sonoro.
“Colibria es una canción cargada de un alto grado de feminidad tangible por medio de la fuerte presencia de huaira, o viento en quechua, y de una fuerte pero sutil presencia de masculinidad por medio de la música de Nicola.
Quise aplicar este diálogo musical entre la feminidad y la masculinidad en un universo de sensación post-apocalíptica. Cuando escribía el guión de Colibria me enteré del embarazo de mi hermana y reflexioné sobre aquella fuerza interna de la mujer que le da el poder de traer en sí misma un ser nuevo al mundo. ¿Y la fuerza del hombre? Me pregunté.
Pensé que las mujeres son la tierra y el hombre la semilla del universo, como una bella analogía entre un arcaico planeta tierra golpeado por un meteorito portador de vida, como en la teoría de la panspermia.
Resolví usar la figura de un poliedro convexo, conocido como sólido platónico, como una transmutación de la semilla universal del hombre. Para esto utilicé el octaedro, símbolo del elemento aire y generador de la imagen de la doble estrella tetraédrica, mercaba o estrella de David.”
GIRA NICOLA CRUZ
