Erni Lu nos revela los hilos invisibles que tejieron el clásico del maestro chileno.
Aun en 2024, la música de Buddy Richard sigue enterneciendo los corazones de América Latina. Su voz, como un eco triste, nos guía por los callejones de la nostalgia. “Despídete con un beso”, un himno de amores rotos y despedidas inevitables, se levanta como un monumento a los corazones que laten al ritmo de la melancolía. Las guitarras lloran, los tambores susurran secretos y las voces se entrelazan en un abrazo eterno. ¿Quién no ha sentido la urgencia de besar antes de partir? ¿Quién no ha deseado que el tiempo se detenga en ese último instante?
Pero el tiempo es un artista caprichoso. Erni Lu, el músico peruano que ha cruzado océanos y fronteras, toma la paleta de colores de Buddy Richard y la sumerge en un caldero de percusión latina, guitarras wah-wah y armonías celestiales. El resultado es una reversión que trasciende el tiempo. Como un alquimista moderno, Erni Lu insufla vida a las notas, dándoles un aire cinematográfico. La canción se convierte en un cortometraje de emociones, proyectado en la pantalla de nuestros recuerdos.
Erni Lu nos revela los hilos invisibles que tejieron esta versión. En su voz, escuchamos la tormenta de sus propias experiencias. “Mi salida de Lima y primeros meses en Nueva York fueron momentos muy turbulentos en lo sentimental”, confiesa. La letra de Buddy Richard le golpeó como una ráfaga de viento frío en Central Park. No necesitaba escribir, solo debía añadir su firma al lienzo ya trazado. Y así, en el Lincoln Center, la magia aconteció. La gente se volvió loca, como si el tiempo se hubiera desdoblado y los 70 se mezclaran con el presente. Erni Lu, acompañado por su esposa Jeanne Montalvo, grabó los acordes, los suspiros y las lágrimas. Y desde Londres, su amiga Ramera Abraham añadió coros que flotan como estrellas fugaces.
La nueva versión de “Despídete con un beso” es un cóctel explosivo. Neo-disco, como si Jessie Ware y Jamiroquai se hubieran citado en un club clandestino. Toques latinos que evocan a The Salsoul Orchestra o MFSB, como si la salsa y el soul se hubieran enamorado en una pista de baile. Y al final, un ritmo de bolero, un guiño a los anteriores lanzamientos de Erni Lu. Es como si la canción original hubiera viajado en el tiempo, recogiendo influencias y secretos en cada década.
Erni Lu no solo reversiona, sino que reinventa. Su música es un puente entre los ayeres y los mañanas. Y mientras escuchamos “Despídete con un beso”, cerramos los ojos y nos dejamos llevar.